Como se muestra en su página web oficial Julio Guzmán no es un improvisado porque él tiene mucha experiencia en temas de estado, tampoco es un político con verbo florido porque Julio prefiere hacer que decir, mucho menos es una persona que se la he llevado fácil pues él ha trabajado toda su vida —al menos eso es lo que dice— y definitivamente, según lo que muestra su web, es mal bailarín y pésimo contando chistes, pero sí sabe cantar y reírse, al igual que sabe tomarse su trabajo en serio. Él es Julio Armando Guzmán Cáceres, limeño de nacimiento, con 45 años de edad, de profesión economista y con un ego descomunal, pues quiere ser presidente del Perú este 2016, y para esto se ha autodenominado como el “outsider” (sí, así como lo fue Humala en el 2011) ¿Quieren saber más de Guzmán, el candidato presidencial que tiene el Curriculum Vitae más grande qué el de César Acuña?

Julio Guzmán busca llegar a presidencia de nuestro país de la mano de su partido político “Todos por el Perú” y aunque pareciera que nadie lo conoce, está consiguiendo poco a poco —haciendo un trabajo de hormiga cibernética— nuevos adeptos. No es por nada, pero su publicidad ha sido demasiada ingeniosa: presentarse como el tipo serio, sincero, sin juegos ni poses, sin tanto populismo barato y asqueroso, buena jugada. Pero ¿será suficiente aquello? No basta con hacer videos llamativos para presentarse a los peruanos y decirles que él es una buena opción porque es centrado y veraz, tiene que realmente demostrarlo, y aunque no lo está haciendo, por el momento le está yendo aceptablemente, pues no por nada está teniendo acogida en algunas personas, no en todas ni en grandes sectores, por algo se empieza ¿no? Si bien Julio Guzmán no aparece en las encuestas, sí aparece en muchas redes sociales, llámese Facebook, Twitter, y demás comunidades “cultistas del ego”, y por qué aparece y gusta “tanto”, es sencillo: porque para muchos él es alguien nuevo, fresco, un político aún impecable, inteligente, moderno, de primer mundo y exitoso, características que se posan rápidamente en las percepciones y preferencias de la gente.

¿Realmente el candidato presidencial por “Todos por el Perú” es una buena opción? Bueno, ya sabemos de su historia en el CADE 2014: sorprendió a muchos empresarios, entre ellos al exitoso Gastón Acurio, y a los que no, aunque sea pudo posicionar su nombre en sus mentes. Pero alguien ha escuchado o leído su plan de gobierno, o cómo nos quiere “gobernar” (por no decir alguna obscenidad característica en mí). Acaso la mejor opción para el estudiante peruano es endeudarse para lograr sus metas —si es que en el camino las deudas no lo matan, lo entierran y se olvidan de uno, pero no de la deuda—. Sí, Julio Guzmán propone que todo joven podrá acceder a educación superior, mediante una beca dada por alguna empresa privada, la cual luego el estudiante deberá pagarla al final de sus estudios universitarios. ¿Hermoso, no? Si Julio Guzmán llega a la presidencia tendremos a unos cabizbajos profesionales que sí o sí tienen que pagar sus deudas, porque si no ¿acaso no valdrá el título ganado con esfuerzos y deudas? Yo creo sinceramente que Julio Guzmán no tiene nada de “outsider”, más bien tiene el perfil del político tradicional: Mayormente las mismas promesas y las mismas propuestas (aunque las sabe disfrazar bonito), el mismo discurso, el mismo “feeling”, lo único que lo diferencia es que no es Alan, ni Keiko, ni Acuña, ni PPK, pero en el fondo es “la misma chola con diferente calzón”, ya lo quiero ver cómo actuará cuando comience la recta final para las elecciones ¿Con qué nos “sorprenderá”? ¿Bailará, contará chiste, hará uso de su florida verborrea? Es cosa que el tiempo nos mostrará.

Valgan verdades, el tipo realmente es una persona llena de prosperidad, hasta donde se sabe es un profesional a carta cabal, con hartos logros académicos, con muy buenos trabajos ¿Pero realmente Julio Guzmán es un político sincero? Creo que no, y aquí lo explico: Primero, a mi parecer (y como algunos medios lo han hecho saber), la candidatura de Julio si bien es “seria” y real es aún improvisada pues el señor Guzmán parece que no tiene las cosas tan claras con respecto a su discurso, se hace llamar “outsider” ¿y yo me pregunto qué tiene de distinto este hombre? Distinto es acaso tomar prestado un eslogan foráneo, para ser más exacto del partido político español “Podemos” aquel que dice: “¿Cuándo fue la última vez que botaste con ilusión?”, pues por qué digo esto, porque ¡Oh casualidad! El eslogan de Julio Guzmán candidato de Todos por el Perú pregunta lo siguiente: “¿Cuándo fue la última vez que fuiste a votar ilusionado?” Y yo preguntó: ¿Dónde está el “outsider”? Por qué otra razón Julio Guzmán no es sincero por el simple hecho de que forma parte del desconocido Todos por el Perú, este partido político fue fundado por Gonzalo Aguirre Arriz, dónde aún es dirigente (y también dueño), además ha sido ex regidor de la Municipalidad Metropolitana de Lima por Solidaridad Nacional y también intentó ser congresista por el partido de Castañeda Lossio, un dato más Aguirre Arriz es el actual presidente de IPAE, creador e impulsor de la CADE y esposo de Jeanine Belmont (presidente ejecutiva de UNIQUE-YANBAL), quien a su vez es hija de Juan Fernando Belmont Anderson (CEO de UNIQUE-YANBAL, y nada más y nada menos que el sexto lugar de la lista de millonarios de Forbes) quien fue acusado y denunciado por defraudación tributaria en perjuicio del estado peruano ¿Interesante, no? Inclusive Julio Guzmán, ya ha salido a la aclarar situación, dando la cara y diciendo que él no tiene nada que ver con Belmont, pero que no tendría inconveniente en que sea un donante de su campaña, lo que sí ha afirmado es que Aguirre sí forma parte de la campaña y es un donante que le ha dado entre este año y el anterior la suma de 63 mil soles.

Entonces ahora que ya sabemos por dónde va la línea política de Julio Guzmán, sólo falta decir que no me creo su cuento del político sincero que busca el progreso del país. No me creo lo que representa, no me como su “floro”. Para mí Julio Guzmán es un político sin novedad y sin vanguardismo (ese que aparenta tener). No sé si su Julio Guzmán actúa bajo intereses privados, no sé si es una pieza clave de un extenso plan del empresariado privado. No sé por qué quiere ser presidente, no sé lo que quiere representar, no sé a quienes quiere representar, no sé si alguien ligado al judaísmo pueda traer modernidad y tolerancia a este país. Lo que sí sé es que Julio Guzmán es un político vacío, nada novedoso, nada interesante, pero sí es una apariencia de político que por ahora vende. Parafraseando al maestro Maquiavelo: “Julito todos ven lo que tú aparentas, pocos advierten lo que eres”.